URBANIDAD

La urbanidad es entendida como el conjunto de reglas que tenemos que observar para comunicar dignidad, decoro y elegancia a nuestras acciones y palabras, y para manifestar a los demás la benevolencia, atención y respeto que le son debidos (Manual de Carreño)

lunes, 28 de septiembre de 2015

RUTINAS PARA LOS NIÑOS

EL ASEO DE NUESTRO VESTIDO

I. — Nuestros vestidos pueden ser más o menos lujosos, estar más o menos ajustados a las modas reinantes, pero deben estar siempre aseados, no sólo cuando nos presentamos en sociedad o vamos por la calle, sino cuando nos encontramos dentro de nuestra casa. II. — La limpieza en los vestidos no es la única condición que nos impone el aseo; cuidemos además de no llevarlos rotos ni ajados. El vestido ajado puede usarse dentro de la casa, cuando se conserva limpio y no estamos de recibo, más el vestido roto no es admisible ni aun en medio de las personas con quienes vivimos. III. — Puede suceder que nuestros medios no nos permitan cambiar con frecuencia la totalidad de nuestros vestidos; en este caso no omitamos sacrificio alguno por mudar al menos la ropa interior. IV. — Cuidemos de que nuestro calzado esté siempre limpio y con lustre, pues es una parte del vestido que contribuye no poco al lucimiento de la persona. V. — Cuando por enfermedad u otro cualquier impedimento, no hayamos podido limpiarnos la cabeza, cuidemos de que no aparezca sobre nuestros hombros la caspa que de ella suele desprenderse. VI. — Jamás limpiemos el escarba dientes en nuestros vestidos: este es un acto asqueroso y ridículo, y por lo tanto impropio de la gente fina.